Como prometí el viernes pasado hoy comemos pollo.
Mi
Andreita lo come muy bien. Mi Andreita es muy buena en todo y muy guapa. Pero
no es casualidad porque la han educado muy pero que muy bien. A Andreita
siempre la enseñaron a que si la pegan devuelva el golpe. Que es mejor pegar el
primero. Que a ella nadie la pisa porque no es como los demás; es mejor que las
demás.
Andreita, desde niña, sale a la calle cada día a luchar. A defenderse de
un mundo que es hostil, agresivo con ellas, con las Andreitas y con las y los
que son como ella. A Andreita la han advertido bien de que no hable con
desconocidos, que no se deje tocar un solo pelo por nadie y no deje que nadie
la recrimine nada. Para llamarla la atención ya está su madre y lo que te digan
los demás pues “tú pones el dedo corazón así para arriba y ya está”. A ti no te
tose ni Dios, Andreita querida. A Andreita le explicaron el primer día que
tiene que estar orgullosa de quién es y que lo que piensen los demás no le debe
importar. Primero ella y luego el resto.
Pero se les olvidó contarle a la pobre que la demás gente no
es su enemiga. Que lo que piensan y sienten los demás también importa. Que no
estamos solos y que es más placentero dejar pasar a una señora mayor en la cola
que meterle un codo en el estómago y ganar una posición. Que si te pegan mejor
es darse la vuelta e irse que quedarse y continuar la pelea. Que pegar primero
no vale sino para demostrar que no tienes razón. Que nadie es mejor que nadie y
que con amor se llega más lejos que con orgullo. Que el orgullo no es no
dejarse pisar. Estudiar, comprender, transigir, perdonar, querer, aprender,
mejorar, de eso sí que hay que estar orgulloso.
Pero el mundo está lleno de Andreitas que cada mañana salen
a luchar y a defenderse. Y son ellos y ellas los que convierten esto en una
guerra cuando podría ser una fiesta. Pero quizás si comen bien hoy, salgan más
relajadas a la calle y disfruten un poco más de la vida.
Para ti, Andreita, para que hoy al menos me comas bien, para
ti va mi pollo especial de la casa. ¿A que tu madre no te lo hace tan rico?
Ingredientes
- Un pollo campero de cerca de 2 kilos.- yo compro pollo
campero o ecológico de Coren
- 4 patatas.- se puede cambiar por manzanas o la guarnición
que prefieras
- Sidra.- Una botellita va a caer fijo
- 2 dientes de ajo.- venga, sí... morados
- Mantequilla, sal, pimienta, tomillo, romero
Preparación
Se saca el pollo y un poco de mantequilla un par de horas
antes de la nevera para que cojan temperatura. Mezclamos dos cucharadas de sal
y dos de pimienta con unas ramitas picadas de tomillo y romero. Embadurnamos
bien todo el pollo con la mantequilla y la mezcla de sal y hierbas (por fuera y
por dentro). Ponemos en una fuente los dientes de ajo y el pollo sobre un
costado y lo metemos al horno (precalentado a 200º). A los 15 minutos lo
sacamos lo ponemos ahora sobre el otro costado y le echamos por encima un vaso
de sidra. Como ya has abierto la botella pues te pones un culín solo para ver
que tal es la añada. Lo metemos otros 15 minutos. Lo volvemos a sacar y lo
rociamos bien con la salsita que hay en la fuente donde se habrán juntado a
estas horas la mantequilla, la sidra, el ajo y los juguillos que suelta el
pollo. En este momento yo suelo incorporar unas patatas cortadas en rodajas
finas para que se asen junto al pollo y me pongo otro culín. Lo metemos otros
15 minutos pero ahora sobre la espalda (pechuga hacia arriba). Pasados estos 15
minutos lo sacamos, lo rociamos de nuevo con la salsa de la fuente y lo
volvemos a meter en la misma posición en la que estaba pero le bajamos la
temperatura al horno hasta los 180º. Esperamos 15 minutos más y ya tenemos casi
nuestro pollo.
Lo sacamos del horno, lo volvemos a embadurnar con sal y
pimienta como hiciéramos al principio y lo ponemos cabeza abajo en la fuente. Sí, sí... con las patitas hacia arriba
(si es necesario para que se sujete podemos poner un tazón de desayuno en la
fuente). Lo tapamos con papel de aluminio. Esperamos 10 minutillos y servimos.
Un poquito de salsita por encima del pollo y las patatas y
cuidado con el pan porque puede caer la barra entera. A ver si después de esta
comida no salís a la calle con una sonrisa y dispuestos a dejar que se os cuele
alguien en la cola del super (aunque solo sea por el resto de sidra que no le
habéis echado al pollo y que os habéis bebido vosotros)
Salud