viernes, 4 de marzo de 2016

pollo asado al toque de sidra



Como prometí el viernes pasado hoy comemos pollo.

Mi Andreita lo come muy bien. Mi Andreita es muy buena en todo y muy guapa. Pero no es casualidad porque la han educado muy pero que muy bien. A Andreita siempre la enseñaron a que si la pegan devuelva el golpe. Que es mejor pegar el primero. Que a ella nadie la pisa porque no es como los demás; es mejor que las demás.

Andreita, desde niña, sale a la calle cada día a luchar. A defenderse de un mundo que es hostil, agresivo con ellas, con las Andreitas y con las y los que son como ella. A Andreita la han advertido bien de que no hable con desconocidos, que no se deje tocar un solo pelo por nadie y no deje que nadie la recrimine nada. Para llamarla la atención ya está su madre y lo que te digan los demás pues “tú pones el dedo corazón así para arriba y ya está”. A ti no te tose ni Dios, Andreita querida. A Andreita le explicaron el primer día que tiene que estar orgullosa de quién es y que lo que piensen los demás no le debe importar. Primero ella y luego el resto.


Pero se les olvidó contarle a la pobre que la demás gente no es su enemiga. Que lo que piensan y sienten los demás también importa. Que no estamos solos y que es más placentero dejar pasar a una señora mayor en la cola que meterle un codo en el estómago y ganar una posición. Que si te pegan mejor es darse la vuelta e irse que quedarse y continuar la pelea. Que pegar primero no vale sino para demostrar que no tienes razón. Que nadie es mejor que nadie y que con amor se llega más lejos que con orgullo. Que el orgullo no es no dejarse pisar. Estudiar, comprender, transigir, perdonar, querer, aprender, mejorar, de eso sí que hay que estar orgulloso.


Pero el mundo está lleno de Andreitas que cada mañana salen a luchar y a defenderse. Y son ellos y ellas los que convierten esto en una guerra cuando podría ser una fiesta. Pero quizás si comen bien hoy, salgan más relajadas a la calle y disfruten un poco más de la vida.


Para ti, Andreita, para que hoy al menos me comas bien, para ti va mi pollo especial de la casa. ¿A que tu madre no te lo hace tan rico?






Ingredientes

  • Un pollo campero de cerca de 2 kilos.- yo compro pollo campero o ecológico de Coren
  • 4 patatas.- se puede cambiar por manzanas o la guarnición que prefieras
  • Sidra.- Una botellita va a caer fijo
  • 2 dientes de ajo.- venga, sí... morados
  • Mantequilla, sal, pimienta, tomillo, romero



Preparación


Esta receta la vi en www.noselepuedellamarcocina.com y la he ido adaptando a mis gustos y al tamaño de mis pollos.


Se saca el pollo y un poco de mantequilla un par de horas antes de la nevera para que cojan temperatura. Mezclamos dos cucharadas de sal y dos de pimienta con unas ramitas picadas de tomillo y romero. Embadurnamos bien todo el pollo con la mantequilla y la mezcla de sal y hierbas (por fuera y por dentro). Ponemos en una fuente los dientes de ajo y el pollo sobre un costado y lo metemos al horno (precalentado a 200º). A los 15 minutos lo sacamos lo ponemos ahora sobre el otro costado y le echamos por encima un vaso de sidra. Como ya has abierto la botella pues te pones un culín solo para ver que tal es la añada. Lo metemos otros 15 minutos. Lo volvemos a sacar y lo rociamos bien con la salsita que hay en la fuente donde se habrán juntado a estas horas la mantequilla, la sidra, el ajo y los juguillos que suelta el pollo. En este momento yo suelo incorporar unas patatas cortadas en rodajas finas para que se asen junto al pollo y me pongo otro culín. Lo metemos otros 15 minutos pero ahora sobre la espalda (pechuga hacia arriba). Pasados estos 15 minutos lo sacamos, lo rociamos de nuevo con la salsa de la fuente y lo volvemos a meter en la misma posición en la que estaba pero le bajamos la temperatura al horno hasta los 180º. Esperamos 15 minutos más y ya tenemos casi nuestro pollo.


Lo sacamos del horno, lo volvemos a embadurnar con sal y pimienta como hiciéramos al principio y lo ponemos cabeza abajo en la fuente. Sí, sí... con las patitas hacia arriba (si es necesario para que se sujete podemos poner un tazón de desayuno en la fuente). Lo tapamos con papel de aluminio. Esperamos 10 minutillos y servimos.


Un poquito de salsita por encima del pollo y las patatas y cuidado con el pan porque puede caer la barra entera. A ver si después de esta comida no salís a la calle con una sonrisa y dispuestos a dejar que se os cuele alguien en la cola del super (aunque solo sea por el resto de sidra que no le habéis echado al pollo y que os habéis bebido vosotros)


Salud

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