jueves, 28 de julio de 2016

La tortilla perfecta

Tres meses sin ampliar vuestros conocimientos. Sin demostrar mi generosidad dandoos lo mejor de mí. Sin compartir el don que Dios me ha dado, con vosotros, seres imperfectos. Podría daros explicaciones de por qué mi ausencia, disculparme, apelar a vuestra comprensión, pero eso sería como si un rey tuviera que pedir perdón a sus súbditos; como si un político tuviera que dimitir por mentir; como si un policía tuviera que dar explicaciones de dónde y cuando dispara sus pelotas de goma.

Las personas que nacimos con la perfección como castigo, no lo elegimos. No os creáis que es fácil asumir nuestra posición superior respecto a vosotros, personas normales. Intentar no sentir compasión por vosotros ya que eso podría haceros sentir incómodos. Contenernos al iluminar vuestras mentes con nuestro conocimiento ya que no es fácil ser consciente de que la inmensa mayoría del conocimiento que atesoramos es sencillamente ininteligible para vuestras rudimentarias mentes

Pero no sufráis. No os torturéis pensando qué habría sido de vuestra vida de haber nacido como nosotros. No sois culpables. Aceptaos como sois y dejad que personas como yo os guíen. No queráis ser como nosotros. Simplemente no podéis. Por ello, aprovechad cuando el azar os ponga a alguien como yo en vuestro camino y seguid sus instrucciones para rozar la perfección en la que, unos pocos elegidos, nadamos a diario. Seguid mi camino y rozaréis la excelencia, aunque solo sea haciendo una tortilla de patatas (que no es poco).

 
ingredientes


  • Patatas para freir (yo uso variedad Mona Lisa).- 1.5 Kg
  • Huevos (yo uso los de mis gallinas pero te servirán de tamaño L).- 8 huevos frescos
  • Cebolla (sí. También tengo huerta. Ya te dije que soy perfecto).- 200 Gramos
  • Aceite de Oliva Virgen Extra.- 40 Cl.
  • Sal.- 2 cucharadas de postre rasas.

preparación


Pelamos las patatas y las cortamos finas como se aprecia en la foto. En una sartén honda ponemos el aceite y lo calentamos a 110 º. Sí ya sé que no es fácil saber la temperatura si no es con un termómetro. Yo, evidentemente, no lo necesito, pero si empezamos con términos como "fuego suave" o "una pizquita" la vas a cagar. ¿Quieres una tortilla perfecta? Pues sigue las instrucciones y no rechistes.

Tenemos medio kilo de las patatas cociéndose en aceite (que no friéndose) durante 25 minutos. A los 5 las hemos dado la vuelta y a los 15 las hemos troceado con la punta de la espumadera (metálica) para que queden desmenuzadas. De vez en cuando con la espumadera despegamos las que se pegan en el fondo y volteamos todo el conjunto incorporando las que se agarraron un poco. Cuando ha pasado el tiempo sacamos las patatas bien escurridas y las dejamos en una fuente (un escurridor metálico es lo mejor). Este proceso lo repetiremos tres veces ya que todas las patatas no nos caben de golpe y se trata de no gastar muchísimo aceite utilizando una sartén gigante. Es decir, que solo en cocer las patatas ya nos hemos ido a una hora y cuarto. ¿Qué te pensabas, que la íbamos a hacer en un ratín?

Cuando troceamos las patatas de la tercera tanda (llevan ya 15 minutos) añadimos la cebolla bien picadita y la mezclamos con la patata.

Mientras todo esto sucede abriremos una botella de sidra para ir hidratando debidamente y no sufrir ningún desfallecimiento debido al calor que suele hacer en la cocina. También habremos batido los 8 huevos en un bol hondo junto con la sal.

Mezclamos las patatas con el huevo y en una sartén grande y no demasiado plana echaremos una cucharada sopera de aceite y cuando se caliente echaremos la mezcla. Si no nos queda homogeneamente repartida nos ayudaremos de la espátula. Pasados 2 minutos con el fuego vivo (digamos un 8 de la vitro) la volteamos ayudándonos de un "vuelvetortillas" o en su defecto un plato más grande que el diámetro de la sartén (solo si no queremos quemarnos en la muñeca del brazo con el que sujetamos la sartén). Por el otro lado la dejaremos cuajar otros 2 minutos y pasado este tiempo la sacamos a un plato llano donde la dejaremos reposar (y terminar de cuajarse por dentro) durante no menos de 5 minutos.


Pasado este tiempo podemos y debemos comerla con unos culines de sidra (nunca con agua ya que se ha demostrado científicamente que el sabor de la tortilla de patatas cambia si se degusta con un vaso del insípido y líquido elemento). Si no tenemos sidra (mal hecho) valdría una fresquita cerveza.








Algunas aclaraciones:

  • "no me gusta la cebolla" - Pues no comas tortilla de patatas
  • "no me gusta el huevo poco cuajado" - Pues no comas tortilla de patatas
  • "me gusta comer con agua" - Joder, no comas tortilla de patatas
  • "yo le echo un poco de calabacín" - No tienes ni idea de lo que es una tortilla
  • "yo le añado leche al huevo batido" - Mi madre hace las torrijas con sobaos, ¿y qué?
  • "yo le echo por encima salsa brava" - Ponme un privado y mándame tu tlfno. Te amo.

Insisto en que no intentéis imitar a alguien perfecto. Limitaos a seguid mis instrucciones al pie de la letra y sentid por un día lo mismo que siente alguien como yo, sentado a la mesa. No os preocupéis. Os quiero. No os voy a cobrar nada (por esta vez).

Salud